Espacio dedicado a examinar las falacias de los "valores" del cristianismo antiderechos
Wednesday, August 21, 2019
Tuesday, May 28, 2019
¿Fobia a la heterosexualidad?
El pscólogo Everardo Martínez se unió a aquellos que el día de ayer llamaron a conmemorar internacional contra la heterofobia.
Comente su publicación con las mismas palabras que usa para explicar que él no es homofóbico.
Como no soy heterofóbico, sé que no todos los heterosexuales cometen el desvarío de usar el término.
Si usted es un heterosexual despistado y no ve dónde está el desvarío, le invito a pensar en la última vez que lo agredieron por demostar su afecto en público a su pareja, en la última vez que lo despidieron de un trabajo cuando se enteraron de su heterosexualidad, en la última vez que le negaron o condicionaron el servicio en un establecimiento debido a lo mismo y en la última vez que escuchó hablar de los crimenes de odio a heterosexuales.
Con eso basta para que cualquier heterosexual despistado se percate de la idiotez de hablar de heterofobia. Con los militantes conservadores, evidentemente, cualquier explicación sale sobrando.
Aquí una nota al respecto.
Comente su publicación con las mismas palabras que usa para explicar que él no es homofóbico.
Como no soy heterofóbico, sé que no todos los heterosexuales cometen el desvarío de usar el término.
Si usted es un heterosexual despistado y no ve dónde está el desvarío, le invito a pensar en la última vez que lo agredieron por demostar su afecto en público a su pareja, en la última vez que lo despidieron de un trabajo cuando se enteraron de su heterosexualidad, en la última vez que le negaron o condicionaron el servicio en un establecimiento debido a lo mismo y en la última vez que escuchó hablar de los crimenes de odio a heterosexuales.
Con eso basta para que cualquier heterosexual despistado se percate de la idiotez de hablar de heterofobia. Con los militantes conservadores, evidentemente, cualquier explicación sale sobrando.
Aquí una nota al respecto.
Saturday, May 4, 2019
¿Familia o familias?
Los conservadores religiosos se consideran defensores de la familia y a quienes defendemos los derechos de las personas LGBTTTI nos presentan como un peligro para la sociedad y la familia.
Lo único que sucede (para que nadie se asuste con el fantasma de la supuesta "ideología de género") es que no existe un solo tipo de familia.
Según una investigación del Instituto de Ciencias Sociales de la UNAM en nuestro país hay 11 tipos de familia, dentro de tres grupos principales: la familia tradicional (papá, mamá e hijos), en transición (parejas sin hijos, madres solteras, etc.) y la emergente (unipaternales, parejas reconstruidas, homparentales, etc.).
Aquí más información.
Lo único que sucede (para que nadie se asuste con el fantasma de la supuesta "ideología de género") es que no existe un solo tipo de familia.
Según una investigación del Instituto de Ciencias Sociales de la UNAM en nuestro país hay 11 tipos de familia, dentro de tres grupos principales: la familia tradicional (papá, mamá e hijos), en transición (parejas sin hijos, madres solteras, etc.) y la emergente (unipaternales, parejas reconstruidas, homparentales, etc.).
Aquí más información.
Saturday, April 27, 2019
EL “HOMOSEXUAL” NO NACE, SATANÁS LO HACE
Lo que le preocupa al changarro llamado "Clínica VenSer"
La noticia puede leerse aquí.
Mi respuesta fue:
Lo primero a considerar es la protección al consumidor.
Todo producto, terapia, medicamento, alimento, etc., debe ser regulado para evitar que el consumidor o usuario sea engañado o se le den falsas esperanzas o el etiquetado o la publicidad sea engañosa, etc.
La Cofepris, por ejemplo ha luchado por años contra los llamados productos milagro. Los practicantes de las medicinas y terapias alternativas (acupuntura, homeopatía, flores de Bach, reflexología, biomagnetismo, reiki, etc.) deben probar científicamente su funcionamiento.
Así, las terapias para “desarrollar la heterosexualidad genética”, “cambio de orientación sexual” y similares también deben pasar por pruebas y regulaciones.
Por ejemplo, supongamos que su terapia realmente sirve y es posible “desarrollar la heterosexualidad genética”. Si aparece alguien que abre un changarro y dice que promete lo mismo que la Clínica VenSer (o su equivalente: que puede hacer que la gente cambie de homosexual a heterosexual) y usted no tiene nada que ver, ni lo conoce, usted obviamente no debe hacerse responsable de eso, pero esa persona sí debe dar evidencia de que funciona lo que dice. Es decir, aunque la terapia de la Clínica VenSer funcione, los otros que aparezcan deben probar sus afirmaciones. Ni modo que las autoridades nada hagan cuando a cualquiera se le ocurra abrir un changarro así. Por eso deben regularse y revisarse la evidencia científica que haya de sus afirmaciones.
Ahora no diré que su terapia es un fraude, pero como consumidor no me consta que funcione. ¿Cómo podría saberlo?, ¿no deberían entonces las autoridades proteger al consumidor? Y no se le puede proteger más que revisando la evidencia de que funciona tal terapia, ¿qué evidencia hay?, ¿es científica?, ¿es válida?, ¿ante quién la ha probado?, ¿qué dicen sus colegas psicólogos?, ¿cuál es el consenso en psicología y en psiquiatría?
A lo mejor sirve su terapia, pero se necesita evidencia científica para que pueda existir la clínica VenSer, ¿o no?, ¿no importa esa evidencia?, ¿debería el posible consumidor aceptar como evidencia sus palabras y los testimonios de quienes supuestamente pasaron exitosamente por esas terapias?, ¿son esos testimonios suficiente evidencia? No lo son, porque la gente puede mentir y metirse a sí misma o –haciéndole al abogado del diablo y sólo pensando en la seguridad de los posibles usuarios- se le puede pagar para que mienta.
Las razones para regular todas esas terapias (y ver si cuentan o no con suficiente evidencia científica) es proteger a los posibles consumidores, entre ellos adolescentes que quieren ser llevados a la fuerza –como usted mismo puso en otro post- por sus padres.
En el caso de la psicología abundan las terapias y cursos no regulados como contranálisis, la dianética/cienciología, algunos cursos de “coaching”, etc.
Simple: con la salud mental y la estabilidad emocional de las personas no se juega.
Thursday, April 25, 2019
La Clínica VenSer y su búsqueda de verdades...
¿Verdades? ¿Verdades básicas? Posiblemente todos quisiéramos tener la completa certeza de nuestras creencias o convicciones. Tal vez entre más conservadoras y religiosas sean las personas más necesiten esas certezas. La religión da a la gente certezas, verdades absolutas, verdades eternas, “conocimientos” que seguirán firmes por los siglos de los siglos. [Everardo Martínez, el cerebro detrás de esta clínica, es un hombre religioso]
En un post anterior hicieron referencia a que “la ciencia refuta la ideología de género” y en éste hablan de “verdades” sobre la homosexualidad. ¿La ciencia “fabrica” o “revela” verdades? Ni la ciencia ni la filosofía nos dan verdades absolutas. Cualquier conocimiento es provisional. En filosofía de la ciencia incluso hay quienes plantean que la meta de la ciencia no es encontrar verdades (porque sería una meta ambigua y utópica), otros proponen cambiar el término “verdad” por “empíricamente consistente” (o algo por el estilo). En el modelo de Thomas Kuhn de evolución de la ciencia, las revoluciones científicas (cambios de paradigmas) no nos acercan más a la verdad. No defiendo ese modelo, sólo lo menciono para poner otro ejemplo de modelos en los que se pone en cuestión el término “verdad”.
Tal vez ustedes necesitan agarrarse a algo firme o seguro. Pero la ciencia más bien nos muestra que debemos aceptar la ambigüedad. Hay cuestiones para las que aún ni siquiera hay conocimiento firme. Es el caso de la homosexualidad, orientación sexual, identidad de género o “atracción al mismo sexo”. Aún no hay verdades ni verdades básicas. Y no es que lo diga yo. En un informe reciente de su colega Lawrence S. Mayer se señala que no hay tales verdades, quien lea el trabajo entenderá que los estudios sobre “orientación sexual”, “identidad de género” y “atracción al mismo sexo” aún están en pañales. Dice (y dejo el enlace al final, grupos conservadores religiosos lo han usado para apoyar sus dogmas, a pesar del espíritu antidogmático del mismo):
“Como ciudadanos, estudiosos o facultativos preocupados por los problemas de la población LGBT, no debemos comprometernos de forma dogmática con ninguna visión en particular sobre la naturaleza de la sexualidad o la identidad de género, sino que tenemos que guiarnos, ante todo, por las necesidades de unos pacientes en dificultades y buscar, con una mirada abierta, formas de ayudarles a llevar una vida plena y digna.
“Cuando los estudios abordan cuestiones controvertidas, es particularmente importante aclarar con absoluta precisión lo que sí ha sido demostrado por la ciencia y lo que no. En cuestiones complejas y difíciles sobre la naturaleza de la sexualidad humana, en el mejor de los casos solo existe un consenso científico provisional. Es mucho lo que desconocemos, puesto que la sexualidad es un componente extremadamente complejo de la vida humana que se resiste a cualquier intento de definir todos sus aspectos y estudiarlos con precisión.
“Hasta la fecha, lo más concluyente que puede decirnos la ciencia sobre la orientación sexual es que algunos factores biológicos parecen, en cierto grado, y en algunas circunstancias concretas de vivencias personales y del entorno de la persona, predisponerle hacia una orientación no heterosexual.”
¿Se fijaron en las frases siguientes “lo más concluyente que puede decirnos la ciencia…”, “no debemos comprometernos de forma dogmática con ninguna visión en particular sobre la naturaleza de la sexualidad o la identidad de género”, “en el mejor de los casos solo existe un consenso científico provisional”, “Es mucho lo que desconocemos”?
El lenguaje que emplea no es el de haber llegado a supuestas verdades. Por ahora no las hay.
Aquí el informe Sexualidad y género.
Y para mostrar que aún hay mucho por investigar, acá otro estudio (que no es la última palabra) sobre genes y "orientación sexual": Estudio de la Asociación Genómica para la Orientación Sexual Masculina.
Wednesday, April 24, 2019
Friday, April 19, 2019
¿El gen gay? o Cómo el lobby conservador antiLGBTTTI distorsiona las palabras de Francis Collins
Al respecto, Skeptical Gay (con quien no coincido siempre) en su página facebook nos dice:
"No existe un gen gay" es una frase a menudo usada por personas que postulan que la orientación sexual no heterosexual ha sido aprendida, ya sea por medio de la educación o estímulos culturales, y que por consecuencia, puede ser modificada. Si bien la afirmación es correcta, la intención que le subyace choca con robustos hallazgos científicos. No, no hay un gen gay, porque la sexualidad es demasiado compleja como para determinarse por un solo gen.
Dentro de los hallazgos que nos han invitado a pensar sobre el origen genético de la homosexualidad son los estudios realizados en gemelos monocigóticos, donde la orientación sexual de uno, predice en un alto porcentaje la misma orientación sexual para el otro, aunque hayan sido criados en ambientes diferentes. También se han observado algunas variantes (alelos) en el cromosoma 8 y en el X, siendo distintas entre hombres homosexuales y heterosexuales, sugiriendo así que podrían existir regiones de genes que predisponen a un comportamiento sexual u otro. (Pita, 2017)
En una de las últimas revisiones sobre la evidencia científica acerca de la orientación sexual, se encuentra que las hipótesis que adjudican al origen de la homosexualidad factores no sociales (no aprendida) encuentran más apoyos en la evidencia científica.
Y deja este enlace:
Sexual Orientation, Controversy, and Science (clic aquí).
El doctor en genética y biología celular Miguel Pita dice en una entrevista:
¿Al respecto también se puede afirmar que la homosexualidad está determinada por el código genético?
Con respecto a la homosexualidad cada día está más claro que tiene bases genéticas. Se nace homosexual. Hay genes que se encuentran con determinadas variantes en individuos homosexuales y no en heterosexuales, pero, a diferencia de los topillos, no se trata solo de una variable, sino de miles que se combinan entre sí. La genética es muy complicada en sus interrelaciones y todavía hay descubrimientos por hacer. Y otra vez se trata de un rasgo que los eventos sociales pueden modular en un sentido o en otro. Antes, desgraciadamente, los homosexuales no eran libres de expresarse y ocultaban su condición, lo que demuestra que los comportamientos, por más fuertes y sexuales que sean, siempre van a tener un componente social.
Completa aquí.
En un texto de 2008 se preguntan ¿Qué dijo realmente Francis Collins sobre la homosexualidad? (Ver aquí).
Primero transcriben lo que sobre este tema aparece en su libro The Language of God: A Scientist Presents Evidence for Belief:
"Un área de interés público particularmente fuerte es la base genética de la homosexualidad. La evidencia de estudios de gemelos apoya de hecho la conclusión de que los factores hereditarios desempeñan un papel en la homosexualidad masculina. Sin embargo, la probabilidad de que el gemelo idéntico de un hombre homosexual también sea gay es aproximadamente el 20% (en comparación con el 2-4 por ciento de los hombres en la población general), lo que indica que la orientación sexual está influenciada genéticamente pero no está cableada por el ADN, y que todos los genes implicados representan predisposiciones, no predeterminaciones."
Posteriormente muestran cómo lo han citado:
"La homosexualidad no está cableada. No hay gen gay. Mapeamos el genoma humano. Ahora sabemos que no hay una causa genética para la homosexualidad ".
A continuación aclaran que nunca dijo eso, que la Asociación Nacional para la Investigación y Terapia de la Homosexualidad (NARTH) entendió lo que quiso.
"El Dr. Collins me confirmó que no hizo esta declaración. Él dijo esto: Me preocupa mucho saber que todo lo que he escrito podría causarle angustia a usted u otras personas que buscan respuestas sobre la base de la homosexualidad. Las palabras citadas por NARTH provienen del Apéndice de mi libro "El lenguaje de Dios" (págs. 260-263), pero se han yuxtapuesto de una manera que sugiere una conclusión algo diferente a la que pretendía. Le recomendaría a cualquiera que esté preocupado por el significado que se remita al texto original. La evidencia que tenemos actualmente apoya firmemente la proposición de que existen factores hereditarios en la homosexualidad masculina; la observación de que un gemelo idéntico de un homosexual masculino tiene aproximadamente un 20% de probabilidad de ser también homosexual apunta a esta conclusión, ya que es 10 veces más probable. Pero el hecho de que la respuesta no sea del 100% también sugiere que deben estar involucrados otros factores además del ADN. Eso ciertamente no implica, sin embargo, que esos otros factores indefinidos sean inherentemente alterables. Su nota indica que su interés real está en la verdad. Y esto es sobre todo lo que realmente sabemos. Nadie ha identificado todavía un gen real que contribuya al componente hereditario (los informes sobre un gen en el cromosoma X de la década de 1990 no se han mantenido), pero es probable que dichos genes se encuentren en los próximos años."
Por otro lado, en 2010, Collins acusó al conservador (por sus posturas en contra del aborto, el castigo corporal, la abstinencia sexual para adolescentes, oposición al matrimonio homosexual, etc.) American College of Pediatrician de distorsionar sus investigaciones sobre la homosexualidad (ver aquí).
Collins dijo: "Me preocupa ver que los grupos de intereses especiales distorsionan mis observaciones científicas para hacer un punto en contra de la homosexualidad. El Colegio Americano de Pediatras sacó de contexto las palabras que escribí en un libro en 2006 para respaldar una ideología que puede causar una angustia innecesaria y fomentar prejuicios. La información que presentan es engañosa e incorrecta, y es particularmente preocupante que la distribuyan ya que puede confundir a los escolares y sus padres ".
Y es que Thomas Benton, presidente del ACP escribió:
Al tratar con adolescentes que experimentan atracción por el mismo sexo, es esencial entender que no hay evidencia científica de que una persona nazca 'gay' o 'transgénero'. En cambio, la mejor investigación disponible apunta a múltiples factores, principalmente sociales y familiares, que predisponen a los niños y adolescentes a la atracción homosexual y / o la confusión de género. También es fundamental entender que estas condiciones pueden responder bien a la terapia.
El Dr. Francis Collins, ex Director del Proyecto del Genoma, ha declarado que si bien la homosexualidad puede estar influenciada genéticamente, no está "cableada" por el ADN, y que los genes implicados representan predisposiciones, no predeterminaciones. También afirma [que] "... el papel prominente de las elecciones individuales de libre albedrío [tiene] un efecto profundo en nosotros". A la luz de estos hechos, es claro que cuando un personal escolar bien intencionado pero mal informado alienta a los estudiantes a "salir como homosexuales" y ser "afirmados", existe un grave riesgo de etiquetar erróneamente a los estudiantes (que puede estar experimentando simplemente una confusión sexual transitoria y/o participar en la experimentación sexual. El etiquetado prematuro puede llevar a algunos adolescentes a comportamientos homosexuales dañinos que de otra manera no buscarían ".
Por ese texto de Benton, Collins aclaró que se distorcionó lo que escribió en 2006.
Conclusión: la primera frase que la imagen que compartió Everardo Martínez nunca la dijo Collins, de hecho, el científico reconoce factores genéticos en la homosexualidad.
Eso en cuanto al "gen gay", en cuanto a la segunda supuesta afirmación de Collins, le pregunté a Everardo Martínez la fuente, ¡me respondió otra cosa!
Viendo cómo se ha mainterpretado lo que ha dicho sobre la homosexualidad, no sería extraño que la segunda frase también sea falsa.
Martínez, una vez que le aclaré brevemente lo afirmado por el mismo científico y le pregunté nuevamente por sus fuentes de la segunda frase, se salió por la tangente, como si el tema no fuera que compartió una imagen en la que a Collins falsamente se le atribuyen palabras.
Viendo lo anterior, resulta absurdo que el señor Everado, que ha demostrado ser impermeable a la verdad, se refiera a las reacciones de los demás cuando, según él, los confronta con la verdad. A él no le interesa la verdad. Por ejemplo, no le interesa corregir o retractarse de la publicación en la que falsamente se la atribuyen palabras a Collins.
Él mismo reacciona de la forma que critica cuando se le da información contraria a sus prejuicios (un buen cristiano ve la viga en el propio ojo antes que la paja en el ajeno). Recientemente lo hizo cuando le compartí el enlace en el que se explica la falsedad de la cadena que compartió en un post (cadena porque lo único que hizo, y con ello mostró su seriedad y profesionalismo, fue copiar y pegar palabras sin ninguna fuente, ver aquí). ¿Mostró su enojo al habérsele confrontado con la verdad?
El año pasado ya se había compartido esta desinformación, así que seguramente los anti-LGBTTTI la seguirán compartiendo una y otra vez.
Wednesday, April 17, 2019
Si no compartes esta cadena diosito te convertirá a ti o a alguno de tus seres queridos en homosexual
El día de ayer, a Everardo Martínez Macías, autonombrado especialista en el desarrollo de la heterosexualidad genética, le dio por compartir una cadena homofóbica como si se tratara de una noticia real.
Como vemos, el psicólogo y terapeuta, como haría cualquier profesional serio (sarcasmo), compartió "información" sin ninguna fuente. El enlace que comparte al final no es su fuente, dice claramente que es una nota complementaria.
Por otro lado, nuestro psicólogo estrella cree que la "noticia" es del año pasado, es lo que ha respondido a las preguntas que le han hecho en los comentarios a su post, sin embargo, basta con escribir en el buscador de facebook las palabras "estrasburgo matrimonio homosexual" para encontrar que la "información" se ha compartido desde al menos el año 2016.
Veamos algunas capturas de las publicaciones en las que se compartió en 2016 tanto la noticia (lo que sí sucedió) como la tergiversación tendenciosa y homofóbica que se ha compartido sin ninguna fuente.
Ahora veamos los desmentidos y las aclaraciones:
Aquí el artículo.
Aquí el artículo.
Me porté bien y ya le avisé a Martínez.
Aquí el artículo más claro sobre qué es mentira y qué es verdad en la cadena (al no tener fuentes y estar compartiéndose en redes sociales no puede llamarse de otra forma, y que un psicólogo y pretendido terapeuta lo haga es verdaderamente rídiculo).
Dice el texto: Lejos de afirmar que “el matrimonio homosexual no es un derecho”, lo que en realidad dice la sentencia es que cada Nación tiene la potestad de decidir si lo acepta o no, pero que debe contar con figuras jurídicas que den derechos similares a los del matrimonio, a las parejas del mismo sexo."
Aquí, en español, la sentencia, que es del caso "Chapin y Charpentier vs Francia" (9 de julio de 2016). La resolución se basó en un caso de 2010: Schalk y Kopf (ver aquí).
Quienes han compartido la cadena o que la han comentado con "bendiciones" y "amén" son practicantes del cristianismo tóxico, esa versión del cristianismo o que olvida lo del amor al prójimo o lo entiende de una forma bastante retorcida.
Aunque no han faltado los comentarios críticos, los siguientes aparecen en una página de abogados (como puede verse describen a la perfección a personas como Everardo Martínez).
Como vemos, el psicólogo y terapeuta, como haría cualquier profesional serio (sarcasmo), compartió "información" sin ninguna fuente. El enlace que comparte al final no es su fuente, dice claramente que es una nota complementaria.
Por otro lado, nuestro psicólogo estrella cree que la "noticia" es del año pasado, es lo que ha respondido a las preguntas que le han hecho en los comentarios a su post, sin embargo, basta con escribir en el buscador de facebook las palabras "estrasburgo matrimonio homosexual" para encontrar que la "información" se ha compartido desde al menos el año 2016.
Veamos algunas capturas de las publicaciones en las que se compartió en 2016 tanto la noticia (lo que sí sucedió) como la tergiversación tendenciosa y homofóbica que se ha compartido sin ninguna fuente.
Ahora veamos los desmentidos y las aclaraciones:
Aquí el artículo.
Aquí el artículo.
Me porté bien y ya le avisé a Martínez.
Aquí el artículo más claro sobre qué es mentira y qué es verdad en la cadena (al no tener fuentes y estar compartiéndose en redes sociales no puede llamarse de otra forma, y que un psicólogo y pretendido terapeuta lo haga es verdaderamente rídiculo).
Dice el texto: Lejos de afirmar que “el matrimonio homosexual no es un derecho”, lo que en realidad dice la sentencia es que cada Nación tiene la potestad de decidir si lo acepta o no, pero que debe contar con figuras jurídicas que den derechos similares a los del matrimonio, a las parejas del mismo sexo."
Aquí, en español, la sentencia, que es del caso "Chapin y Charpentier vs Francia" (9 de julio de 2016). La resolución se basó en un caso de 2010: Schalk y Kopf (ver aquí).
Quienes han compartido la cadena o que la han comentado con "bendiciones" y "amén" son practicantes del cristianismo tóxico, esa versión del cristianismo o que olvida lo del amor al prójimo o lo entiende de una forma bastante retorcida.
Aunque no han faltado los comentarios críticos, los siguientes aparecen en una página de abogados (como puede verse describen a la perfección a personas como Everardo Martínez).
Tuesday, April 16, 2019
La invisibilización de la violencia hacia la población LGBTTTI
En la desaparecida página Facebook de la Clínica VenSer (actualmente Everardo Martínez tiene su página como "terapeuta") publicaron un video con esta descripción:
La tan mencionada y promocionada homofobia explicada en dos minutos. Conoce que SI es y que NO es una fobia.
En el canal en el que lo publicaron (mundo caótico, digo mundo católico, ya no está disponible) añadieron lo siguiente:
El Psicólogo Everardo Martinez Macías nos explica que es la homofobia. El término Homofobia, es usado por los defensores del LGTBIP para catalogar todos aquellos que están en contra de la ideología de genero o enfoque de género y como lo explica el psicólogo Everardo, la homofobia no se aplica a los que no comparten estas ideas de enfoque de género, igualdad de género, ideología de género, teoría querer, etc, etc. .
En el video, Martínez:
1. Definía homofobia como la parálisis o huída ante la presencia de un homosexual afeminado. Así la acotaba.
2. Decía que no puede aplicarse el término a quienes sólo disienten de la homosexualidad. Añadía que no lo vinieran a diagnosticar quienes no son ni psicólogos ni psiquiatras.
Contesté lo siguiente en la página facebook de la Clínica VenSer:
Me parece interesante su primer comentario: no permitir que alguien que no sea psicólogo o psiquiatra lo diagnostique, eso me parece bien. Es decir, se puede abusar del termino "homofobia".
Después dice que si alguien se paraliza o sale huyendo ante la presencia de un homosexual (amanerado, acota) entonces ese alguien sí es homofóbico. Entonces, usted acepta el uso del término, al menos, bajo ese supuesto.
Y termina diciendo que si alguien no tiene esa reacción pero que "disiente", no es homofóbico sino que es libre de hacerlo. Eso ya no está tan claro, ¿a qué se le llamaría disentir y hasta dónde sería sanamente disentir?
Me explico, lo que ya no menciona es la incomodidad y hasta la incomodidad agresiva ante los homosexuales o ante "las personas con atracción al mismo sexo" como usted les llama. ¿A eso sí se le puede llamar homofobia o no? Si me dice que no, ¿entonces cómo podría llamársele? Pongo como ejemplo (dejo el video en el siguiente comentario) las agresiones, por parte de una pareja heterosexual, hacia unas lesbianas en un establecimiento.
Y hay muchos ejemplos.
Hay gente que dice que le molesta ver homosexuales. ¿Cómo debería ser llamada esa molestia sobre todo cuando va acompañada de agresiones?, ¿sólo disienten?
Con "disentir" usted parece referirse a sólo decir que la atracción hacia el mismo sexo está mal, pero no dice nada de estos casos de violencia (al menos no en esa parte de su plática). ¿Qué lleva a una persona a reaccionar violentamente contra homosexuales, digo a reaccionar violentamente contra "personas con atracción al mismo sexo"? No soy ni psicólogo ni psiquiatra, pero ¿de verdad no tienen nada mal esas personas en sus cabezas?, ¿sólo disienten?
Para dejar más claro mi punto sobre a qué violencia me refería compartí otro video (el que está después de este párrafo) y una nota peridística. La nota informaba de la golpiza que un sujeto le propinó a una chica por ser lesbiana. El video muestra lo que sucede cuando dos chicos caminan tomados de la mano, la forma en que los ofenden, los insultan y hasta agreden físicamente.
Sobre la nota nada respondió. Sobre el primer video, tampoco se pronunció. ¿Le resulta muy difícil pronunciarse en contra de esa violencia?
Sí comentó sobre el video con los chicos que caminan de la mano (que además debo decir que jamas se besan en las mejillas o en la boca, tampoco se abrazan, no, simplemente caminan tomados de la mano, lo cual, al ver esas respuestas, uno sólo puede concluir que a algunos heterosexuales les resulta sumamente amenazante la posible homosexualidad, al grado de no concebir siquiera que dos amigos puedan caminar tomados de las manos).
Aquí la respuesta:
Aunque al principio reconce que hubo faltas de respeto, ¿notan que al final dice que sólo los criticaron por no aceptar su homosexualidad? Es decir, solamente le preocupó dejar en claro que no hubo homofobia porque los agresores no se paralizaron o huyeron, pero en ningún momento condenó o se pronunció en contra de las faltas de respeto y la violencia que se observa en el video. Por ello le respondí:
Nunca respondieron (a veces hablo en singular y a veces en plural porque hasta ahora sólo sé que la cara de la Clínica VenSer es Everardo Martínez, ignoro si habrá otras personas y, si es así, cuántas). En sus siguientes publicaciones promocionaron la visita a México de los autores del libro "El lado negro de la nueva izquierda: Ideología de género o subversión cultural".
Así que si usted ve (en el segundo video) que el hombre de playera blanca y shorts negros agredió a los chicos que caminaban tomados de la mano, pues se estrelló contra uno de ellos a propósito y después los retó, se equivoca, afortunadamente contamos con el psicólogo Everado Martínez y su Clinica VenSer, ellos nos explican que sólo se trata de un joven ejerciendo su derecho a disentir y a ejercer la crítica. Desde aquí les damos las gracias (a Martínez y a su changarro).
Podemos concluir que mientras el psicólogo Everardo Martínez no se pronuncie en contra de la violencia hacia la población LGBTTTI cuando habla de homofobia, su discurso puede ser interpretado como se ve en la imagen.
En otras palabras, a Everardo Martínez y a la Clínica VenSer les importa un rábano la violencia contra la población LGBTTTI, ojalá que, a pesar de sus prejuicios, cambién de actitud y sean capaces de reconocerla y manifestarse abierta y firmemente en contra.
Mientras tanto, ya sabe usted, si disiente de algún estilo de vida (vegetarianismo, veganismo, abstemios de todo tipo, aficionados a la tauromaquia, homosexuales, bisexuales, etc.) tiene muchas formas de expresar su disenso, no se detenga.
La tan mencionada y promocionada homofobia explicada en dos minutos. Conoce que SI es y que NO es una fobia.
En el canal en el que lo publicaron (mundo caótico, digo mundo católico, ya no está disponible) añadieron lo siguiente:
El Psicólogo Everardo Martinez Macías nos explica que es la homofobia. El término Homofobia, es usado por los defensores del LGTBIP para catalogar todos aquellos que están en contra de la ideología de genero o enfoque de género y como lo explica el psicólogo Everardo, la homofobia no se aplica a los que no comparten estas ideas de enfoque de género, igualdad de género, ideología de género, teoría querer, etc, etc. .
En el video, Martínez:
1. Definía homofobia como la parálisis o huída ante la presencia de un homosexual afeminado. Así la acotaba.
2. Decía que no puede aplicarse el término a quienes sólo disienten de la homosexualidad. Añadía que no lo vinieran a diagnosticar quienes no son ni psicólogos ni psiquiatras.
Contesté lo siguiente en la página facebook de la Clínica VenSer:
Me parece interesante su primer comentario: no permitir que alguien que no sea psicólogo o psiquiatra lo diagnostique, eso me parece bien. Es decir, se puede abusar del termino "homofobia".
Después dice que si alguien se paraliza o sale huyendo ante la presencia de un homosexual (amanerado, acota) entonces ese alguien sí es homofóbico. Entonces, usted acepta el uso del término, al menos, bajo ese supuesto.
Y termina diciendo que si alguien no tiene esa reacción pero que "disiente", no es homofóbico sino que es libre de hacerlo. Eso ya no está tan claro, ¿a qué se le llamaría disentir y hasta dónde sería sanamente disentir?
Me explico, lo que ya no menciona es la incomodidad y hasta la incomodidad agresiva ante los homosexuales o ante "las personas con atracción al mismo sexo" como usted les llama. ¿A eso sí se le puede llamar homofobia o no? Si me dice que no, ¿entonces cómo podría llamársele? Pongo como ejemplo (dejo el video en el siguiente comentario) las agresiones, por parte de una pareja heterosexual, hacia unas lesbianas en un establecimiento.
Y hay muchos ejemplos.
Hay gente que dice que le molesta ver homosexuales. ¿Cómo debería ser llamada esa molestia sobre todo cuando va acompañada de agresiones?, ¿sólo disienten?
Con "disentir" usted parece referirse a sólo decir que la atracción hacia el mismo sexo está mal, pero no dice nada de estos casos de violencia (al menos no en esa parte de su plática). ¿Qué lleva a una persona a reaccionar violentamente contra homosexuales, digo a reaccionar violentamente contra "personas con atracción al mismo sexo"? No soy ni psicólogo ni psiquiatra, pero ¿de verdad no tienen nada mal esas personas en sus cabezas?, ¿sólo disienten?
Para dejar más claro mi punto sobre a qué violencia me refería compartí otro video (el que está después de este párrafo) y una nota peridística. La nota informaba de la golpiza que un sujeto le propinó a una chica por ser lesbiana. El video muestra lo que sucede cuando dos chicos caminan tomados de la mano, la forma en que los ofenden, los insultan y hasta agreden físicamente.
Sobre la nota nada respondió. Sobre el primer video, tampoco se pronunció. ¿Le resulta muy difícil pronunciarse en contra de esa violencia?
Sí comentó sobre el video con los chicos que caminan de la mano (que además debo decir que jamas se besan en las mejillas o en la boca, tampoco se abrazan, no, simplemente caminan tomados de la mano, lo cual, al ver esas respuestas, uno sólo puede concluir que a algunos heterosexuales les resulta sumamente amenazante la posible homosexualidad, al grado de no concebir siquiera que dos amigos puedan caminar tomados de las manos).
Aquí la respuesta:
Aunque al principio reconce que hubo faltas de respeto, ¿notan que al final dice que sólo los criticaron por no aceptar su homosexualidad? Es decir, solamente le preocupó dejar en claro que no hubo homofobia porque los agresores no se paralizaron o huyeron, pero en ningún momento condenó o se pronunció en contra de las faltas de respeto y la violencia que se observa en el video. Por ello le respondí:
Nunca respondieron (a veces hablo en singular y a veces en plural porque hasta ahora sólo sé que la cara de la Clínica VenSer es Everardo Martínez, ignoro si habrá otras personas y, si es así, cuántas). En sus siguientes publicaciones promocionaron la visita a México de los autores del libro "El lado negro de la nueva izquierda: Ideología de género o subversión cultural".
Así que si usted ve (en el segundo video) que el hombre de playera blanca y shorts negros agredió a los chicos que caminaban tomados de la mano, pues se estrelló contra uno de ellos a propósito y después los retó, se equivoca, afortunadamente contamos con el psicólogo Everado Martínez y su Clinica VenSer, ellos nos explican que sólo se trata de un joven ejerciendo su derecho a disentir y a ejercer la crítica. Desde aquí les damos las gracias (a Martínez y a su changarro).
Podemos concluir que mientras el psicólogo Everardo Martínez no se pronuncie en contra de la violencia hacia la población LGBTTTI cuando habla de homofobia, su discurso puede ser interpretado como se ve en la imagen.
En otras palabras, a Everardo Martínez y a la Clínica VenSer les importa un rábano la violencia contra la población LGBTTTI, ojalá que, a pesar de sus prejuicios, cambién de actitud y sean capaces de reconocerla y manifestarse abierta y firmemente en contra.
Mientras tanto, ya sabe usted, si disiente de algún estilo de vida (vegetarianismo, veganismo, abstemios de todo tipo, aficionados a la tauromaquia, homosexuales, bisexuales, etc.) tiene muchas formas de expresar su disenso, no se detenga.
Sunday, April 14, 2019
Argumentos ¿sin base religiosa? contra el "homosexualismo"
En el video se se dan siete argumentos sin base religiosa contra el "homosexualismo" y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Su autor dice que acepta la réplica respetuosa y fundamentada, y pide que se le responda sin que se le llame homofóbico y retrógrada cada dos minutos.
En dos comentarios a la publicación de Everardo Martínez respondí lo siguiente.
Entre las contradicciones argumentativas están:
1. El título dice que los argumentos no tendrán base religiosa, lo cual se repite en el video (al inicio dice que éstos no tendrán tinte religioso), sin embargo, hacia el final del mismo dice que el ano fue creado para un uso determinado (no para tener sexo). La palabra clave aquí es "creado". A lo largo del video, el autor habla largo y tendido de biología y no es en esta ciencia en la que se habla de "creación" o de órganos "creados para usos determinados". El término es religioso ("Dios es el creador", "Dios dio un órden determinado a su creación", "hay un propósito en la creación", etc.). Entonces -contradiciendo el título del video y las palabras iniciales- sí hay un argumento religioso.
2. El primer argumento contradice a los demás. Pero veamos cómo se contradicen los dos primeros.
Mientras que en el primero afirma que no es válido defender la homosexualidad recurriendo a la naturaleza, en el segundo dice que el matrimonio no es sólo una construcción social y que es de donde parte lo que "naturalmente se concibe como familia".
Dice, en el segundo argumento, que quienes defienden el matrimonio homosexual corrompen todo lo biológico, ¡cuando en el primero dijo que no es válido argumentar recurriendo a la naturaleza!
Para salvar los dos argumentos (es decir, conservarlos sin que exista contradicción, el autor deberá explicar la diferencia entre el uso de "natural" en cada uno, explicar ¿por qué para defender la homosexualidad está mal recurrir a la naturaleza y para defender la familia y el matrimonio -entre hombre y mujer- está bien hacerlo?).
Así, parte del primer argumento en contra del "matrimonio homosexual" es un buen argumento ¡pero en contra del segundo argumento!
En los otros argumentos, contrario a lo que dijo en el primero, recurre a la biología, a lo natural. O más bien recurre a lo que "sabe" de biología, selección natural y sexualidad, que no es mucho porque -como dije- habla de biología y, de pronto, se refiere a la "especie homosexual", lo cual muestra que no entiende el significado biológico de "especie" (las personas de la "especie homosexual", las de la "especie heterosexual" y las de la "especie bisexual" en realidad pertenecen a la misma especie).
No fue necesario llamarlo homofóbico y retrógrada cada dos minutos para mostrar que sus argumentos son contradictorios y que habla de biología sin saber de esta ciencia.
Después de ver tantas fallas argumentativas, es gracioso que el psicólogo crea que sus argumentos "científicos" sean respetables.
¿Y los ex ex-homosexuales?
Algunos testimonios de ex ex homosexuales: Terapeuta que "curaba" a los gays ahora busca novio, Antiguo líder "ex-gay" se casa con otro hombre, mientras surgen nuevos intentos de expansión de las "terapias" reparadoras y Otro líder "ex-gay" sale del clóset sale del armario y dice que las terapias reparadoras "conducen a un horrible callejón sin salida".
¿Homofobia o Prejuicio sexual? Los trabajos de Gregory M. Herek
El psicólogo Everardo Martínez dice que un homofóbico es aquel que se paraliza o huye de los homosexuales y que no le pueden llamar homofóbico cuando "disiente" de la homosexualidad (y que no es válido que quienes no son psicólogos o psiquiatras lo diagnostiquen). También vimos que al preguntarle si podría llamarse homofobia a la violencia contra la población LGBTTTI no responde, y que tampoco la condena cuando se le muestra (en un video).
Pues bien, comentando lo anterior en Facebook uno de mis contactos comentó que era preferible el término "prejuicio sexual". Adelantándome un poco diré que si bien parece que no es exacto o correcto llamar homofobia a su "disidencia", sí es posible llamarla "prejuicio sexual", y en este caso, con base en los trabajos de un psicólogo que se ha especializado en estudiar este fenómeno (los prejuicios contra la población LGBTTTI).
Encontré la siguiente información.
Las personas con orientaciones homosexuales o bisexuales han sido estigmatizadas durante mucho tiempo. Sin embargo, con el surgimiento del movimiento político gay a fines de la década de 1960, la condena de la homosexualidad como inmoral, criminal y enferma quedó bajo un escrutinio creciente. Cuando la Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos descartó la homosexualidad como un diagnóstico psiquiátrico en 1973, la cuestión de por qué algunos heterosexuales albergan actitudes fuertemente negativas hacia los homosexuales comenzó a recibir una seria consideración científica.
El replanteamiento de la orientación sexual de la sociedad se cristalizó en el término homofobia, que el psicólogo heterosexual George Weinberg acuñó a fines de la década de 1960. Weinberg usó la homofobia para etiquetar el temor de los heterosexuales de estar cerca de los homosexuales y del desprecio de los homosexuales. La palabra apareció por primera vez en forma impresa en 1969 y luego se discutió extensamente en el libro de Weinberg de 1972, Society and the Healthy Homosexual.
El American Heritage Dictionary (edición de 1992) define la homofobia como "aversión a las personas homosexuales u homosexuales o su estilo de vida o cultura" y "comportamiento o un acto basado en esta aversión". Otras definiciones identifican la homofobia como un miedo irracional a la homosexualidad.
Por la misma época, el heterosexismo comenzó a usarse como un término análogo al sexismo y el racismo, describiendo un sistema ideológico que niega, denigra y estigmatiza cualquier forma de comportamiento, identidad, relación o comunidad no heterosexual (Herek, 1990). Usar el término heterosexismo resalta los paralelos entre el sentimiento antigay y otras formas de prejuicio, como el racismo, el antisemitismo y el sexismo.
Al igual que el racismo institucional y el sexismo, el heterosexismo impregna las costumbres e instituciones sociales. Opera a través de un proceso dual de invisibilidad y ataque. La homosexualidad usualmente permanece culturalmente invisible; cuando las personas que se involucran en conductas homosexuales o que son identificadas como homosexuales se vuelven visibles, están sujetas al ataque de la sociedad.
Los ejemplos de heterosexismo en los Estados Unidos incluyen la prohibición permanente contra el personal militar gay y lesbiano; falta generalizada de protección legal contra la discriminación antigay en el empleo, la vivienda y los servicios; la hostilidad hacia las relaciones comprometidas con lesbianas y homosexuales, recientemente dramatizada por la aprobación de leyes federales y estatales contra el matrimonio entre personas del mismo sexo; y la existencia de leyes de sodomía en más de un tercio de los estados.
Aunque el uso de las dos palabras no ha sido uniforme, la homofobia se ha empleado típicamente para describir actitudes y comportamientos antigay individuales, mientras que el heterosexismo se ha referido a ideologías de nivel social y patrones de opresión institucionalizada de personas no heterosexuales.
Al atraer la atención popular y científica a la hostilidad antigay, la creación de estos términos marcó un hito. Sin embargo, tienen limitaciones importantes. Los críticos han observado que la homofobia es problemática por al menos dos razones.
En primer lugar, la investigación empírica no indica que las actitudes antigay de los heterosexuales puedan considerarse razonablemente una fobia en el sentido clínico. De hecho, los datos limitados disponibles sugieren que muchos heterosexuales que expresan hostilidad hacia hombres y lesbianas homosexuales no manifiestan las reacciones fisiológicas a la homosexualidad que están asociadas con otras fobias (véase Shields y Harriman, 1984).
En segundo lugar, el uso de la homofobia implica que el prejuicio antigay es una entidad clínica individual, más que un fenómeno social enraizado en ideologías culturales y relaciones intergrupales. Además, una fobia generalmente se experimenta como disfuncional y desagradable. El prejuicio antigay, sin embargo, a menudo es altamente funcional para los heterosexuales que lo manifiestan.
Como las actitudes antigay se han vuelto cada vez más centrales para las ideologías políticas y religiosas conservadoras desde la década de 1980, estas limitaciones se han vuelto más problemáticas. Sin embargo, el heterosexismo, con su enfoque histórico a nivel macro sobre las ideologías culturales en lugar de las actitudes individuales, no es un reemplazo satisfactorio para la homofobia.
El análisis científico de la psicología de las actitudes antigay será facilitado por un nuevo término. El prejuicio sexual sirve para este propósito muy bien. En general, el prejuicio sexual se refiere a todas las actitudes negativas basadas en la orientación sexual, ya sea que el objetivo sea homosexual, bisexual o heterosexual. Sin embargo, dada la actual organización social de la sexualidad, tal prejuicio casi siempre se dirige a las personas que se involucran en conductas homosexuales o se autodenominan homosexuales, lesbianas o bisexuales (Herek, 2000).
Al igual que otros tipos de prejuicios, el prejuicio sexual tiene tres características principales:
Es una actitud (es decir, una evaluación o juicio). Está dirigido a un grupo social y sus miembros. Es negativo, involucra hostilidad o aversión.
Conceptualizar las actitudes negativas de los heterosexuales hacia la homosexualidad y la bisexualidad como prejuicios sexuales, en lugar de homofobia, tiene varias ventajas. Primero, el prejuicio sexual es un término descriptivo. A diferencia de la homofobia, no transmite ninguna suposición a priori sobre los orígenes, la dinámica y las motivaciones subyacentes de las actitudes antigay.
En segundo lugar, el término vincula explícitamente el estudio de la hostilidad antigay con la rica tradición de la investigación psicológica social sobre los prejuicios.
Tercero, usar el constructo del prejuicio sexual no requiere juicios de valor que las actitudes antigay sean intrínsecamente irracionales o malvadas.
El texto en inglés está aquí. Entre sus referencias está Gregory M. Herek. ¿Quién es él?, ¿qué trabajos ha realizado?
El profesor Herek es una autoridad reconocida internacionalmente sobre los prejuicios contra las minorías sexuales, la violencia contra los homosexuales y el estigma relacionado con el SIDA. Recibió su Ph.D. en psicología social de UC Davis en 1983, luego fue becario postdoctoral en la Universidad de Yale. Posteriormente se desempeñó como miembro de la facultad en Yale y el Centro de Graduados de la City University de Nueva York antes de regresar a UCD, primero como psicólogo investigador y más tarde como profesor titular."
Ha sido un pionero en el estudio científico del prejuicio de los heterosexuales contra lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero, así como los efectos de ese prejuicio sobre sus objetivos. Sus artículos publicados suman más de 100, e incluyen:
Estudios de numerosos aspectos de las actitudes de los heterosexuales hacia lesbianas y gays, incluyendo estudios sobre prejuicios sexuales y creencias religiosas, diferencias de género en actitudes y procesos cognitivos subyacentes , y cómo el contacto personal con lesbianas y hombres homosexuales parece reducir el prejuicio sexual de los heterosexuales .
El primer estudio demuestra empíricamente que los crímenes de odio contra lesbianas y hombres homosexuales están asociados con un trauma psicológico mayor que los crímenes comparables que no se basan en la orientación sexual de la víctima ( Herek et al., 1999 ).
El primer estudio utilizó una muestra probabilística nacional para documentar la prevalencia de la victimización por crimen de odio entre adultos homosexuales, lesbianas y bisexuales de EE. UU. Los primeros estudios publicados que usan una muestra de probabilidad nacional para evaluar las actitudes de los heterosexuales estadounidenses hacia hombres y mujeres bisexuales y hacia las personas transgénero.
Su trabajo ha sido muy influyente y ampliamente citado. Según Google Scholar, 29 de sus documentos han sido citados más de 200 veces, y seis han sido citados más de 500 veces. Un estudio de 2010 sobre el impacto acumulado del trabajo publicado de psicólogos sociales / personalidad de América del Norte (teniendo en cuenta la etapa de la carrera profesional) lo ubicó en el 5% superior.
El profesor Herek forma parte del consejo editorial de varias revistas académicas, incluidas Psicología Social Básica y Aplicada , The Journal of Social Issues , Sexuality Research and Social Policy , The Journal of Sex Research , Psicología de la Orientación Sexual y Diversidad de Género , The Journal of LGBT Health . y The Journal of Homosexuality.
El Profesor Herek es miembro de la Asociación Americana de Psicología (APA) y de la Asociación de Ciencias Psicológicas (APS). Recibió el Premio Kurt Lewin Memorial 2006 por "contribuciones sobresalientes al desarrollo y la integración de la investigación psicológica y la acción social", presentado por la Society for the Psychological Study of Social Issues (APA División 9). En 1996, recibió el Premio APA Early Career por Contribuciones Distinguidas a la Psicología en el Interés Público . En 1992, recibió el Premio al Logro Sobresaliente del Comité de la APA sobre Preocupaciones Lesbianas y Gays. Es la única persona honrada dos veces con el premio anual de la División 44 de la APA por "Distinguidas contribuciones científicas a la psicología gay y lesbiana", que recibió en 1989 y nuevamente en 1999. En 2010, recibió el premio Distinguished Scholarly Public Service de el Senado Académico de UC Davis y el Premio de Contribución Humanitaria Distinguida de la Asociación de Psicología de California.
El texto en inglés está aquí.
Comentarios finales, si bien -como él mismo dice- el psicólogo Everardo Martínez Macías no es homofóbico por "disentir" con respecto a la "atracción al mismo sexo", según podemos ver con la información sobre los trabajos de su colega (cof cof, ejem ejem) Gregory Herek, sí tiene prejuicios sexuales. Los vecinos de Lot seguiremos leyendo la obra de Herek, aunque por lo que vemos su experiencia y alcances académicos no se acercan a los de Martínez (sarcasmo).
Pues bien, comentando lo anterior en Facebook uno de mis contactos comentó que era preferible el término "prejuicio sexual". Adelantándome un poco diré que si bien parece que no es exacto o correcto llamar homofobia a su "disidencia", sí es posible llamarla "prejuicio sexual", y en este caso, con base en los trabajos de un psicólogo que se ha especializado en estudiar este fenómeno (los prejuicios contra la población LGBTTTI).
Encontré la siguiente información.
Las personas con orientaciones homosexuales o bisexuales han sido estigmatizadas durante mucho tiempo. Sin embargo, con el surgimiento del movimiento político gay a fines de la década de 1960, la condena de la homosexualidad como inmoral, criminal y enferma quedó bajo un escrutinio creciente. Cuando la Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos descartó la homosexualidad como un diagnóstico psiquiátrico en 1973, la cuestión de por qué algunos heterosexuales albergan actitudes fuertemente negativas hacia los homosexuales comenzó a recibir una seria consideración científica.
El replanteamiento de la orientación sexual de la sociedad se cristalizó en el término homofobia, que el psicólogo heterosexual George Weinberg acuñó a fines de la década de 1960. Weinberg usó la homofobia para etiquetar el temor de los heterosexuales de estar cerca de los homosexuales y del desprecio de los homosexuales. La palabra apareció por primera vez en forma impresa en 1969 y luego se discutió extensamente en el libro de Weinberg de 1972, Society and the Healthy Homosexual.
El American Heritage Dictionary (edición de 1992) define la homofobia como "aversión a las personas homosexuales u homosexuales o su estilo de vida o cultura" y "comportamiento o un acto basado en esta aversión". Otras definiciones identifican la homofobia como un miedo irracional a la homosexualidad.
Por la misma época, el heterosexismo comenzó a usarse como un término análogo al sexismo y el racismo, describiendo un sistema ideológico que niega, denigra y estigmatiza cualquier forma de comportamiento, identidad, relación o comunidad no heterosexual (Herek, 1990). Usar el término heterosexismo resalta los paralelos entre el sentimiento antigay y otras formas de prejuicio, como el racismo, el antisemitismo y el sexismo.
Al igual que el racismo institucional y el sexismo, el heterosexismo impregna las costumbres e instituciones sociales. Opera a través de un proceso dual de invisibilidad y ataque. La homosexualidad usualmente permanece culturalmente invisible; cuando las personas que se involucran en conductas homosexuales o que son identificadas como homosexuales se vuelven visibles, están sujetas al ataque de la sociedad.
Los ejemplos de heterosexismo en los Estados Unidos incluyen la prohibición permanente contra el personal militar gay y lesbiano; falta generalizada de protección legal contra la discriminación antigay en el empleo, la vivienda y los servicios; la hostilidad hacia las relaciones comprometidas con lesbianas y homosexuales, recientemente dramatizada por la aprobación de leyes federales y estatales contra el matrimonio entre personas del mismo sexo; y la existencia de leyes de sodomía en más de un tercio de los estados.
Aunque el uso de las dos palabras no ha sido uniforme, la homofobia se ha empleado típicamente para describir actitudes y comportamientos antigay individuales, mientras que el heterosexismo se ha referido a ideologías de nivel social y patrones de opresión institucionalizada de personas no heterosexuales.
Al atraer la atención popular y científica a la hostilidad antigay, la creación de estos términos marcó un hito. Sin embargo, tienen limitaciones importantes. Los críticos han observado que la homofobia es problemática por al menos dos razones.
En primer lugar, la investigación empírica no indica que las actitudes antigay de los heterosexuales puedan considerarse razonablemente una fobia en el sentido clínico. De hecho, los datos limitados disponibles sugieren que muchos heterosexuales que expresan hostilidad hacia hombres y lesbianas homosexuales no manifiestan las reacciones fisiológicas a la homosexualidad que están asociadas con otras fobias (véase Shields y Harriman, 1984).
En segundo lugar, el uso de la homofobia implica que el prejuicio antigay es una entidad clínica individual, más que un fenómeno social enraizado en ideologías culturales y relaciones intergrupales. Además, una fobia generalmente se experimenta como disfuncional y desagradable. El prejuicio antigay, sin embargo, a menudo es altamente funcional para los heterosexuales que lo manifiestan.
Como las actitudes antigay se han vuelto cada vez más centrales para las ideologías políticas y religiosas conservadoras desde la década de 1980, estas limitaciones se han vuelto más problemáticas. Sin embargo, el heterosexismo, con su enfoque histórico a nivel macro sobre las ideologías culturales en lugar de las actitudes individuales, no es un reemplazo satisfactorio para la homofobia.
El análisis científico de la psicología de las actitudes antigay será facilitado por un nuevo término. El prejuicio sexual sirve para este propósito muy bien. En general, el prejuicio sexual se refiere a todas las actitudes negativas basadas en la orientación sexual, ya sea que el objetivo sea homosexual, bisexual o heterosexual. Sin embargo, dada la actual organización social de la sexualidad, tal prejuicio casi siempre se dirige a las personas que se involucran en conductas homosexuales o se autodenominan homosexuales, lesbianas o bisexuales (Herek, 2000).
Al igual que otros tipos de prejuicios, el prejuicio sexual tiene tres características principales:
Es una actitud (es decir, una evaluación o juicio). Está dirigido a un grupo social y sus miembros. Es negativo, involucra hostilidad o aversión.
Conceptualizar las actitudes negativas de los heterosexuales hacia la homosexualidad y la bisexualidad como prejuicios sexuales, en lugar de homofobia, tiene varias ventajas. Primero, el prejuicio sexual es un término descriptivo. A diferencia de la homofobia, no transmite ninguna suposición a priori sobre los orígenes, la dinámica y las motivaciones subyacentes de las actitudes antigay.
En segundo lugar, el término vincula explícitamente el estudio de la hostilidad antigay con la rica tradición de la investigación psicológica social sobre los prejuicios.
Tercero, usar el constructo del prejuicio sexual no requiere juicios de valor que las actitudes antigay sean intrínsecamente irracionales o malvadas.
El texto en inglés está aquí. Entre sus referencias está Gregory M. Herek. ¿Quién es él?, ¿qué trabajos ha realizado?
El profesor Herek es una autoridad reconocida internacionalmente sobre los prejuicios contra las minorías sexuales, la violencia contra los homosexuales y el estigma relacionado con el SIDA. Recibió su Ph.D. en psicología social de UC Davis en 1983, luego fue becario postdoctoral en la Universidad de Yale. Posteriormente se desempeñó como miembro de la facultad en Yale y el Centro de Graduados de la City University de Nueva York antes de regresar a UCD, primero como psicólogo investigador y más tarde como profesor titular."
Ha sido un pionero en el estudio científico del prejuicio de los heterosexuales contra lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero, así como los efectos de ese prejuicio sobre sus objetivos. Sus artículos publicados suman más de 100, e incluyen:
Estudios de numerosos aspectos de las actitudes de los heterosexuales hacia lesbianas y gays, incluyendo estudios sobre prejuicios sexuales y creencias religiosas, diferencias de género en actitudes y procesos cognitivos subyacentes , y cómo el contacto personal con lesbianas y hombres homosexuales parece reducir el prejuicio sexual de los heterosexuales .
El primer estudio demuestra empíricamente que los crímenes de odio contra lesbianas y hombres homosexuales están asociados con un trauma psicológico mayor que los crímenes comparables que no se basan en la orientación sexual de la víctima ( Herek et al., 1999 ).
El primer estudio utilizó una muestra probabilística nacional para documentar la prevalencia de la victimización por crimen de odio entre adultos homosexuales, lesbianas y bisexuales de EE. UU. Los primeros estudios publicados que usan una muestra de probabilidad nacional para evaluar las actitudes de los heterosexuales estadounidenses hacia hombres y mujeres bisexuales y hacia las personas transgénero.
Su trabajo ha sido muy influyente y ampliamente citado. Según Google Scholar, 29 de sus documentos han sido citados más de 200 veces, y seis han sido citados más de 500 veces. Un estudio de 2010 sobre el impacto acumulado del trabajo publicado de psicólogos sociales / personalidad de América del Norte (teniendo en cuenta la etapa de la carrera profesional) lo ubicó en el 5% superior.
El profesor Herek forma parte del consejo editorial de varias revistas académicas, incluidas Psicología Social Básica y Aplicada , The Journal of Social Issues , Sexuality Research and Social Policy , The Journal of Sex Research , Psicología de la Orientación Sexual y Diversidad de Género , The Journal of LGBT Health . y The Journal of Homosexuality.
El Profesor Herek es miembro de la Asociación Americana de Psicología (APA) y de la Asociación de Ciencias Psicológicas (APS). Recibió el Premio Kurt Lewin Memorial 2006 por "contribuciones sobresalientes al desarrollo y la integración de la investigación psicológica y la acción social", presentado por la Society for the Psychological Study of Social Issues (APA División 9). En 1996, recibió el Premio APA Early Career por Contribuciones Distinguidas a la Psicología en el Interés Público . En 1992, recibió el Premio al Logro Sobresaliente del Comité de la APA sobre Preocupaciones Lesbianas y Gays. Es la única persona honrada dos veces con el premio anual de la División 44 de la APA por "Distinguidas contribuciones científicas a la psicología gay y lesbiana", que recibió en 1989 y nuevamente en 1999. En 2010, recibió el premio Distinguished Scholarly Public Service de el Senado Académico de UC Davis y el Premio de Contribución Humanitaria Distinguida de la Asociación de Psicología de California.
El texto en inglés está aquí.
Comentarios finales, si bien -como él mismo dice- el psicólogo Everardo Martínez Macías no es homofóbico por "disentir" con respecto a la "atracción al mismo sexo", según podemos ver con la información sobre los trabajos de su colega (cof cof, ejem ejem) Gregory Herek, sí tiene prejuicios sexuales. Los vecinos de Lot seguiremos leyendo la obra de Herek, aunque por lo que vemos su experiencia y alcances académicos no se acercan a los de Martínez (sarcasmo).
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